León XIV hizo historia este 8 de mayo al convertirse en el primer pontífice nacido en Estados Unidos; sin embargo, detrás del humo blanco emergió un dato que pocos conocían desde 2015 el ahora Papa posee Documento Nacional de Identidad peruano, gestado en la norteña Chiclayo, donde forjó buena parte de su ministerio.
Según la agencia EFE, el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec) confirmó que el entonces obispo Robert Prevost se naturalizó peruano para cumplir requisitos del concordato vigente, manteniendo hoy su DNI activo. La vocera Rubí Rivas detalló a RPP que el registro “figura desde 2015, en Chiclayo, y se encuentra vigente”.
Durante tres décadas, Prevost alternó su labor misionera con responsabilidades de peso en Perú dirigió el seminario agustiniano de Trujillo (1988-1998), administró la diócesis de Chiclayo (2014) y fue su obispo entre 2015 y 2023, etapa en la que también integró la Conferencia Episcopal Peruana (CEP). Su cercanía pastoral en la costa norte lo convirtió en una referencia para las comunidades más rurales y, de paso, cimentó lazos que explican su adopción de la ciudadanía peruana.
Con su elección, la Iglesia suma un segundo pontífice consecutivo con fuerte huella latinoamericana tras Francisco, argentino y el primero con doble nacionalidad. En más de dos milenios solo cuatro papas no nacieron en Europa Juan Pablo II (Polonia, 1978), Francisco (Argentina, 2013) y ahora León XIV, cuya singular doble pertenencia EE. UU.-Perú inaugura un precedente inédito.
Para Perú, el anuncio desató júbilo inmediato en Chiclayo repicaron campanas y las calles colmaron de fieles que recuerdan al “padre Roberto” visitando barrios populares y celebrando misas en quechua costeño. Desde Lima, la CEP destacó que la designación “reafirma el rostro latino de la Iglesia” y confía en que León XIV impulse la reforma pastoral que Francisco dejó encaminada.
Analistas vaticanos señalan que su formación agustiniana más introspectiva que jesuita y su paso reciente por el Dicasterio para los Obispos lo dotan de una red global de contactos clave para abordar retos apremiantes la sequía vocacional en Europa, las finanzas curiales y la crisis de abusos. En Roma se recuerda que, antes del cónclave, Francisco lo puso al frente de la Pontificia Comisión para América Latina, donde tejió puentes entre episcopados y el Vaticano.
La doble nacionalidad del Papa podría traducirse en una agenda más enfocada en la periferia católica se anticipan viajes tempranos a Chicago y a la Amazonía peruana, regiones que concentran causas que él ha defendido migrantes y ecología integral. Fuentes diplomáticas sugieren además que EE. UU. verá reforzadas las gestiones bilaterales sobre libertad religiosa y derechos humanos, un terreno donde su experiencia latinoamericana puede romper inercias.
Con apenas unas palabras desde el balcón “¡Paz con todos ustedes!”, León XIV dejó entrever el sello dialogante que lo caracteriza. Su DNI peruano no es un mero trámite: es la prueba de que, para este Papa, el Evangelio no entiende de fronteras. El reto ahora será convertir esa biografía transcontinental en reformas tangibles para una Iglesia que busca resonar en un mundo cada vez más plural.