El recién entronizado papa León XIV volará el 20 de mayo a Iznik la antigua Nicea, convirtiendo a Turquía en el primer escenario internacional de su pontificado. Con apenas dos días de vida pública como Romano Pontífice, el viaje deja claro que la unidad cristiana será su bandera.
Según la agencia EFE, la Oficina de Prensa de la Santa Sede ultima un programa que incluye oraciones ecuménicas y encuentros interreligiosos, junto con una liturgia conjunta en la catedral local, hoy mezquita-museo, para celebrar los 1,700 años del primer Concilio de Nicea.
El aniversario no es menor: aquel sínodo de 325, convocado por el emperador Constantino, sentó las bases del Credo que comparten católicos, ortodoxos y buena parte del protestantismo. El Consejo Mundial de Iglesias ya anunció un año de actos conmemorativos durante 2025 para subrayar la efeméride y reavivar el diálogo entre confesiones oikoumene.org.
La agenda incluye una cita cara a cara con el patriarca ecuménico Bartolomé I. No será la primera vez que un papa y el líder ortodoxo compartan escena en Turquía: Francisco lo hizo en 2014, rezando juntos en la basílica de San Jorge y publicando una declaración a dúo sobre la paz mundial vatican.va. El propio Francisco ya había expresado su deseo de volver a Iznik en 2025, aunque su delicada salud terminó por cederle el honor a su sucesor AP News.
La apuesta de León XIV también dialoga con la hoja de ruta de Benedicto XVI, quien en 2006 viajó a Ankara e Estambul para tender puentes tras sus polémicas palabras sobre el islam vatican.va. La continuidad subraya que, aún con estilos distintos, los últimos tres pontífices leen a Turquía como un laboratorio privilegiado para el acercamiento cristiano-musulmán y la curación del Cisma de 1054.
Ese simbolismo se vuelve todavía más nítido si se mira el mapa religioso: hoy los cristianos representan apenas entre 0.2 y 0.4 % de la población turca, una caída drástica frente al 20 % de hace un siglo Wikipedia. Visitar Iznik, donde empezó la arquitectura doctrinal del cristianismo, es también recordar que las minorías tienen algo que decir en un país mayoritariamente musulmán.
León XIV llega con credenciales pastorales curtidas en América Latina —sobre todo en Perú—, donde se ganó fama de obispo callejero y de voz firme en favor de los excluidos. En Roma, lo describen como un “constructor de puentes con el cemento de las periferias”. Si su primer vuelo sale rumbo a una ciudad con apenas ruinas romanas y un puñado de fieles, es porque, como él mismo bromeó ante cardenales amigos, “las grandes historias se escriben lejos de los focos”. Turquía será el primer capítulo de esa narrativa itinerante que, todo indica, llevará a la Iglesia a caminar de la mano con quienes alguna vez se miraron como rivales y hoy se redescubren compañeros de ruta.