Princesa Leonor llega a Nueva York con el buque escuela Elcano

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Bajo un cielo gris de primavera neoyorquina y con la silueta de Manhattan al fondo, el buque escuela Juan Sebastián de Elcano atracó en el muelle 88 poco después de las siete de la mañana. A bordo viaja la princesa Leonor de Borbón, heredera de la Corona española, quien cumple la fase naval de su formación militar rodeada de 76 guardiamarinas y más de 170 tripulantes entre oficiales, suboficiales y marinería.

Según la agencia EFE, la dotación se despidió de las aguas del Hudson al ritmo de la marcha Ganando Barlovento, ondeando sombreros y banderas mientras familiares y representantes del Consulado de España les daban la bienvenida. La escena recordó que, además de un adiestramiento castrense, el crucero de instrucción el número 96 en los 97 años de historia del velero funciona como escaparate flotante de la marca España.

Un aula que navega desde 1927

El Elcano, bergantín-goleta de cuatro palos botado en 1927, mide 113 metros de eslora y recorre anualmente unos 18 000 kilómetros para graduar a los futuros oficiales de la Armada. Barcos similares el chileno Esmeralda o el colombiano Gloria sirven al mismo propósito, pero ninguno goza del simbolismo monárquico que hoy acompaña al navío español.

La travesía de Leónor comenzó el 11 de enero en Cádiz y la ha llevado por Salvador de Bahía, Montevideo y el estrecho de Magallanes antes de escalar en Valparaíso, El Callao, Panamá, Cartagena, Santa Marta y Santo Domingo. Cada puerto añade millas de experiencia marinera y un puñado de maniobras de jarcia tradicional que pocos buques mercantes conservan.

Agenda real en la Gran Manzana

Durante la escala, la Princesa de Asturias oficiará como abanderada en la jura que los guardiamarinas celebrarán este viernes en cubierta. Mañana, en cambio, se le verá entre el público del Carnegie Hall, donde el Teatro Real de Madrid ofrecerá un concierto con repertorio español. Son compromisos breves Leonor volará directo a Madrid el 10 de junio y se reincorporará a la dotación antes de la escala final en Gijón, paso previo a recalar de nuevo en Cádiz.

Para el público, el barco abrirá sus portalones este fin de semana. La Armada suele aprovechar estas visitas para reforzar vínculos con la diáspora española aquí se calcula que viven unos 80 000 españoles, según el Instituto Cervantes y, de paso, presumir de tradición naval ante curiosos de otras nacionalidades.

Formación, diplomacia y futuro

El periplo estadounidense ocurre mientras las Fuerzas Armadas españolas renuevan su imagen ante una generación que crece más motivada por la tecnología que por la mar. La presencia de la princesa da visibilidad a una carrera militar que, según datos oficiales, ha visto incrementarse las solicitudes de ingreso un 12 % desde 2022. Para la Casa Real, además, el embarque funciona como recordatorio de que Leonor seguirá los pasos de su padre el rey Felipe VI también participó en un crucero de instrucción a bordo del Elcano en 1987.

Más allá de la anécdota dinástica, la llegada del velero a Nueva York refuerza la llamada diplomacia naval. Estados Unidos es socio estratégico de España y, en un momento de tensiones globales, la imagen de un bergantín blanco surcando el Hudson aporta una dosis de “poder blando” que combina historia, cultura y cooperación militar.

Rumbo a casa

El Elcano zarpará el martes 10 de junio rumbo al Atlántico Norte con la proa puesta en Europa. Faltará todavía un mes para que cumpla su centenario, pero el barco demuestra que, a veces, las mayores lecciones de liderazgo se escriben con velas, cabuyería y salitre. Y en esa bitácora, el nombre de Leonor ya ocupa una página propia.

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