Putin condena agresión contra Irán y advierte riesgos regionales

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Moscú. Vladimir Putin volvió a colocarse en el centro del tablero geopolítico al tildar de “absolutamente injustificada” la ofensiva conjunta de Estados Unidos e Israel sobre instalaciones iraníes, durante su encuentro en el Kremlin con el canciller Abás Araqchí.

Según la agencia EFE, el mandatario ruso envió “sus mejores deseos” al líder supremo Alí Jameneí y al presidente Masud Pezeshkian, asegurando que Moscú “hará lo posible por ayudar al pueblo iraní”. No habló de tropas ni de escudos antimisiles, pero sí dejó clara la línea roja “Rusia mantiene una relación fiable con Teherán y defenderá su derecho al átomo pacífico” mensaje que Araqchí agradeció calificando de “estratégica” la alianza.

La condena rusa coincide con nuevas advertencias de China y de varios miembros del Consejo de Seguridad sobre la posibilidad de una escalada que arrastre a más actores al conflicto. Medios internacionales señalan que el ataque estadounidense del 21 de junio empleó bombas perforantes contra los complejos de Natanz y Fordow, destruyendo cascadas de centrifugadoras y parte del uranio enriquecido de Irán. Teherán respondió con andanadas de misiles contra Israel y, por primera vez, contra la base aérea de Al Udeid en Catar, donde Washington alberga a más de 10 000 efectivos.

En este tablero, la postura del Kremlin es ambigua condena la “agresión” pero descarta participar militarmente, como ya recordó el propio Putin la semana pasada. Analistas consultados advierten que Moscú necesita equilibrar su alianza con Irán y su deseo de evitar sanciones secundarias de Occidente. “Rusia está en el bando correcto de la historia”, dijo Araqchí ante las cámaras, pero en los pasillos del Kremlin según filtraciones citadas por The Moscow Times se discute más sobre venta de sistemas antiaéreos y seguros para petróleo que sobre despliegues inmediatos.

Los temores a un incendio mayor se concentran ahora en el estrecho de Ormuz. Expertos del Financial Times recuerdan que Irán aún tiene la capacidad de minar esa ruta que mueve un tercio del crudo marítimo del planeta; un bloqueo, incluso temporal, dispararía los precios y pondría a prueba los desgastados equipos de dragado de la V Flota estadounidense. De momento, tanto Tel Aviv como Washington han insinuado que la operación podría detenerse “si Teherán evita más provocaciones” , aunque las primeras réplicas iraníes indican lo contrario.

En la práctica, Putin rentabiliza diplomáticamente la crisis se proyecta como defensor del derecho internacional, mantiene a EE. UU. ocupado en dos frentes y refuerza su narrativa doméstica de “cerco occidental”. Sin embargo, su margen de maniobra es limitado la economía rusa aún digiere las sanciones por Ucrania y un involucramiento directo podría provocar represalias financieras más duras.

Para el Caribe y América Latina donde dominan los contratos de petróleo ligero con entrega inmediata la volatilidad derivada de un posible cierre parcial de Ormuz representaría alzas en combustible y presiones inflacionarias. En el corto plazo, los operadores dominicanos ya anticipan ajustes en los costos de importación si el Brent supera los 100 dólares, como ocurrió en episodios similares de 2019 y 2020.

Claves a seguir

  • Respuesta rusa: ¿ofrecerá sistemas S-400 o solo apoyo diplomático en la ONU?

  • Ormuz: cualquier incidente mayor allí impactará la factura petrolera criolla.

  • Canal de diálogo: Moscú explora un contacto directo con Washington; el Kremlin afirma que la llamada “puede ocurrir en cualquier momento”.

El ajedrez se tensó; cada ficha movida en Moscú, Tel Aviv o Teherán repercute en el surtidor de gasolina local. Y, como bien sabe Putin, a veces el mayor poder es dejar claro que podrías intervenir sin necesidad de disparar un solo misil.

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