En pleno atardecer de este lunes, un sismo moderado estremeció la ciudad de Qingyuan, en la provincia de Cantón (Guangdong). Los instrumentos del Centro de Redes Sismológicas de China (CENC) marcaron una energía equivalente a una magnitud entre 4,3 y 4,6 Mw, con un hipocentro superficial de apenas 10 kilómetros de profundidad, lo que explica que el temblor se sintiera con nitidez en buena parte del delta del Río Perla.
Según la agencia EFE, el evento ocurrió a las 18:48 hora local y, aunque no se han reportado víctimas ni daños mayores, sí provocó inquietud en edificios altos desde Cantón hasta Shenzhen.
El Observatorio de Hong Kong recibió más de 1 500 avisos de residentes que percibieron la sacudida al otro lado de la frontera; la mayoría la describió como una vibración breve “similar al paso de un camión ligero”, clasificada en intensidad III de la escala Mercalli. La agencia provincial de sismología confirmó que el epicentro se ubicó en el distrito de Qingcheng, unos 57 km al norte de Guangzhou, epicentro industrial del sur chino, y a 180 km de la Región Administrativa Especial.
¿Por qué un sismo tan “pequeño” se sintió tanto?
Aunque Guangdong no es la zona sísmica más temida de China ese título recae en Sichuan y Yunnan los suelos aluviales del delta, cargados de sedimentos, amplifican las ondas y hacen que incluso eventos de magnitud 4 se perciban en rascacielos y estructuras sobre pilotes. La base de datos de WorldData muestra que la región suele registrar apenas dos o tres temblores por encima de magnitud 4 al año, frente a la decena que puede acumular Sichuan.
Infraestructura y preparación
Cantón, Shenzhen y Hong Kong adoptaron en 2014 un código de edificación que obliga a reforzar pilotes y juntas en edificios de más de 70 metros. Ingenieros locales consultados señalan que la sacudida de este lunes sirvió como “prueba de estrés” y que, hasta ahora, no se han detectado fisuras estructurales. Las autoridades recordaron que los simulacros de evacuación para oficinas y escuelas seguirán manteniéndose dos veces al año, aun cuando el riesgo sísmico sea catalogado como “moderado”.
Mirada regional
En un delta densamente poblado más de 86 millones de personas viven en la conurbación Guangfozhào la rápida comunicación es clave. Plataformas como Weibo y WeChat activaron en minutos sus alertas de emergencia, un protocolo adoptado tras el terremoto de Sichuan de 2008. Para los expertos, la lección es clara aunque la costa sur no sufra megasismos con frecuencia, la vulnerabilidad de infraestructuras críticas (puentes, trenes de alta velocidad y puertos) obliga a seguir invirtiendo en sensores de aceleración y rutas de evacuación.
El CENC descarta réplicas significativas por tratarse de un evento aislado en una falla local y sin signos de liberación de energía acumulada. Aun así, Protección Civil provincial pidió a la ciudadanía revisar objetos sueltos en balcones y evitar escaleras eléctricas durante las próximas horas por precaución. Mientras tanto, los científicos seguirán analizando la micro-sismicidad para entender mejor las complejas interacciones tectónicas entre las placas Euroasiática y Filipina en el borde marítimo del sur chino.
Con el susto ya pasado, la vida en el delta del Río Perla continúa, pero el mensaje queda claro en regiones urbanas tan densas, ningún temblor es “insignificante”.