El Gobierno dominicano ha puesto en marcha una serie de disposiciones para reorganizar el control migratorio y reforzar la seguridad en la frontera con Haití. Estas medidas abarcan desde la modificación de la operativa en los mercados binacionales hasta la promoción de la dominicanización del empleo, especialmente en sectores como la construcción y el turismo, con el objetivo de dinamizar la economía y proteger la soberanía nacional.
Tal como expuso la periodista Cándida Acosta en Listín Diario, el sector empresarial organizado —encabezado por entidades como el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), la Asociación Dominicana de Constructores y Promotores de Viviendas (Acoprovi) y la Confederación Dominicana de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas de la Construcción (Copymecon)— respaldó estas acciones. Un informe reciente de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) sostiene que los flujos fronterizos en la región han aumentado un 15% en los últimos años, lo cual coincide con la preocupación de las autoridades dominicanas por regular el paso de ciudadanos haitianos y formalizar su integración laboral cuando sea pertinente (datos de OIM, 2022).
Los constructores consideran que la mano de obra extranjera sin documentos crea desafíos en la industria. Desde Copymecon sugieren incentivos fiscales y la creación de un registro nacional de trabajadores para alinear la oferta y la demanda de empleos formales. Por su parte, Acoprovi señala la importancia de reabrir los consulados dominicanos y agilizar la expedición de visados, pues la migración ordenada evita la paralización de proyectos y protege tanto al trabajador dominicano como al propio inversor. A su vez, el Conep muestra disposición a colaborar con las autoridades para que la implementación de las 15 medidas sea eficiente y organizada.
Mientras tanto, gremios como la Asociación de Mayoristas en Provisiones de Santo Domingo (Amaprosado) y la Asociación de Industrias (AIRD) celebran la determinación del Gobierno de fortalecer el control fronterizo y formalizar la mano de obra. Esta posición coincide con la creciente preocupación del comercio mayorista por garantizar la equidad en la contratación y el cumplimiento de la normativa laboral. Organismos oficiales, como la Dirección General de Migración, destacan que un plan bien coordinado reduciría la informalidad en sectores sensibles y ofrecería garantías a los empleadores que cumplen las regulaciones vigentes (estadísticas de la Dirección General de Migración, 2021).
El panorama pinta un nuevo capítulo en el manejo de la migración y la economía del país. Quienes apoyan las recientes decisiones del Ejecutivo confían en que la integración de trabajadores dominicanos y la transición progresiva hacia la mecanización de procesos será un paso firme. Con ello, se busca aumentar la productividad en áreas clave y afianzar la estabilidad laboral, siempre manteniendo el enfoque en una política migratoria responsable y en la protección de la soberanía dominicana.