El país europeo ha visto altibajos significativos en la adopción de vehículos eléctricos, especialmente por la incertidumbre alrededor de las ayudas gubernamentales. Sin embargo, la reciente decisión de reactivar incentivos y facilidades para la compra de coches enchufables promete un nuevo impulso al mercado, que se ha mantenido expectante. Entidades locales y el sector automotriz habían alertado de una contracción en los pedidos, lo que puso en jaque la expansión de esta alternativa de transporte más limpia y eficiente.
Tal como informa El País, en el artículo firmado por José Marcos, el Consejo de Ministros ha dado el visto bueno para revitalizar el Plan Moves III. La medida, manejada por el Ministerio de Transición Ecológica de España a través del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, supone una inyección presupuestaria de 400 millones de euros destinada a quienes adquieran vehículos eléctricos y gestionen el desguace de sus automóviles antiguos. Los topes de ayudas ascienden a 7.000 euros para turismos y 9.000 euros para furgonetas comerciales, cantidades que podrían aumentar en ciertos supuestos, como en el caso de personas con discapacidad o profesionales del reparto urbano. El conjunto de este plan se alinea con la tendencia europea, donde según datos de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), las matriculaciones de eléctricos crecieron más del 60% en diversos mercados comunitarios durante el año pasado.
Tras una temporada complicada —en la que la industria vio un freno a sus expectativas—, la reactivación de estas subvenciones aspira a restablecer la confianza tanto en los consumidores como en los distribuidores. Además, esta estrategia pretende potenciar la creación de una infraestructura de recarga más extensa y accesible, manteniendo un rango de bonificaciones que, en algunos casos, cubre hasta el 80% del costo de instalación. A esto se suma la decisión de reaprobar deducciones en la declaración de la renta, otro factor que, combinado con el Moves III, podría incentivar a las familias a dar el salto a tecnologías de movilidad más limpias.
Hace apenas dos años, España figuraba entre los mercados europeos con menor implantación de vehículos eléctricos, de acuerdo con cifras de la patronal Anfac. La actualización del Moves III, sin embargo, busca revertir esa tendencia con la meta de superar el listón de ventas de periodos anteriores. Las cifras preliminares de este año, que ya muestran un alza cercana al 70% en la comercialización de automóviles enchufables, reflejan una demanda que, con el estímulo adecuado, podría seguir marcando récords. Se espera que esta inyección presupuestaria contribuya a mantener un ritmo de crecimiento firme, incentivando a las marcas a ofertar más modelos y a los consumidores a abrazar un tipo de movilidad con menor impacto ambiental.
Aunque la iniciativa no está exenta de retos, el optimismo es palpable. Voces de la industria apuntan a que lograr que las ayudas se formalicen sin trabas burocráticas es esencial para garantizar su éxito. Asociaciones de transporte y organizaciones ecologistas subrayan la urgencia de acompañar las subvenciones con campañas de concienciación y planes urbanos que faciliten los desplazamientos eléctricos, particularmente en las ciudades más congestionadas. En cualquier caso, el panorama pinta favorable para quienes anhelan un sistema de transporte más sostenible, y el Moves III puede convertirse en el eje principal de esta transformación progresiva en España.