República Dominicana se Enfrenta a una Inversión Pública Limitada que Sacude el Desarrollo

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La discusión sobre cómo el Gobierno emplea los fondos recaudados en impuestos ha ganado fuerza en distintos espacios de debate nacional. En los últimos meses, diversos sectores han alzado la voz para cuestionar si las obras de infraestructura y proyectos con retorno productivo reciben la atención que el país necesita para encaminarse hacia un crecimiento más robusto.

Según deultimominuto, un reporte firmado por Martín Adames advierte que, desde principios de este año, la inversión pública dominicana se mantiene en un nivel menor que el registrado en ciclos anteriores. Especialistas señalan que tales desembolsos se han concentrado en obras muy puntuales, como la reconstrucción vial de Santo Domingo Este y la construcción de un paso a desnivel en la avenida Luperón con 27 de Febrero, mientras que el gasto en otros proyectos de infraestructura se ha rezagado. Este panorama ha detonado discusiones sobre el impacto en la competitividad y la generación de empleos, especialmente al evaluar la proporción de recursos que el Estado asigna para alentar el desarrollo en distintas provincias.

Datos preliminares del Banco Central y de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) indican que una inversión pública equivalente a por lo menos un 4 % del producto interno bruto (PIB) tiende a impulsar el crecimiento sostenido de las economías emergentes. Algunas voces expertas advierten que, si se continúa con niveles inferiores al 3 %, la capacidad del país para modernizar su infraestructura y diversificar sectores productivos podría estancarse. De igual forma, instituciones como el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo han reiterado la importancia de diseñar políticas que equilibren el gasto en los grandes centros urbanos con la atención a las regiones que históricamente han recibido menos recursos.

El clima económico internacional tampoco brinda un respiro contundente, puesto que los costos de importación y las tasas de interés influyen en la ejecución de nuevos planes de desarrollo. Sin embargo, en medio del ajetreo financiero global, muchos economistas consideran que la planificación oportuna y la inversión pública bien dirigida son instrumentos fundamentales para evitar que el país dependa en exceso de factores externos. La sociedad dominicana demanda transparencia y un enfoque que distribuya los beneficios con miras a potenciar la salud, la educación, el turismo y el sector productivo.

Las proyecciones todavía pueden cambiar, y se espera que el Gobierno precise nuevos lineamientos para robustecer el presupuesto de obras y proyectos que muevan la economía. El sentir general sugiere que, con un ajuste a tiempo, la República Dominicana podría retomar la senda de la expansión que la caracteriza cuando hay una mezcla equilibrada entre inversión estatal y el ingenio de sus emprendedores.

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