La “Bad Gal” lo volvió a hacer. En plena lluvia neoyorquina, Rihanna salió del Hotel Carlyle con un traje sastre gris de dos piezas que dejaba su vientre al descubierto, confirmando así sin pronunciar palabra que espera a su tercer hijo con el rapero A$AP Rocky. La pareja ya comparte la crianza de RZA (2 años) y Riot Rose (1 año), y ahora escribe un nuevo capítulo familiar que, fiel a su estilo, debutó en el escaparate más fotografiado de la moda.
Según El Mundo, la cantante de 37 años se robó el show en la alfombra azul de la Met Gala, cuya edición 2025 se celebró bajo el tema “Superfine Tailoring Black Style”, una oda al dandismo y la elegancia negra comisariada por el Met y la crítica cultural Monica L. Miller.
A$AP Rocky copresidente de la gala junto a Lewis Hamilton y Colman Domingo reaccionó con una sonrisa casi paternal cuando los reporteros le preguntaron por la maternidad inminente: “Se siente increíble es hora de mostrarle a la gente lo que estábamos cocinando”, dijo, mientras lucía un conjunto AWGE que homenajeaba las chamarras Marmot de su infancia en Harlem.
Un guion que Rihanna domina
Revelar embarazos en prime time se ha vuelto marca registrada de la barbadense. En 2023 exhibió su vientre rojo fuego durante el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl, logrando 118 millones de televidentes, la actuación más vista en la historia del evento, según Nielsen. Esa estrategia anuncio global, máximo impacto mediático y cero notas de prensa consolida su habilidad para controlar la narrativa y capitalizar la atención tanto para su música como para Fenty Beauty, estimada por Forbes en más de US$2.800 millones.
La gala más “tailor-made”
El Costume Institute se propuso reescribir 300 años de elegancia negra con piezas que van desde los dandys afrocaribeños del siglo XVIII hasta los trajes de calle de Harlem. El dress-code “Tailored for You” explicó la presencia masiva de siluetas hechas a la medida; Rihanna eligió al diseñador Marc Jacobs un giro sorpresivo frente a sus habituales alianzas con Maison Margiela y remató el look con joyería que combinaba perlas vintage y diamantes baguette, guiño al lujo discreto que dominó la noche.
Más allá del glamour
Desde una óptica empresarial, el momento es perfecto el mercado de maternidad premium proyecta un crecimiento anual de 6 % hasta 2029 (datos de Grand View Research), y Rihanna no suele dejar tendencias en bandeja de plata. Analistas de moda ya especulan con una línea cápsula “Fenty Mamá”, similar al movimiento de Savage x Fenty al incursionar en lencería premamá.
Mientras tanto, la artista continúa cocinando su noveno álbum de estudio retrasado, dicen allegados, porque “quiere hablar de la maternidad desde dentro” y mantiene negociaciones para regresar a la gran pantalla tras el éxito de Ocean’s 8. Si algo revela este tercer embarazo, es que Rihanna no solo marca tendencia: escribe el manual de cómo hacerlo sin pedir permiso.
Con su “pancita couture”, la de Barbados revalidó su lugar como reina del headline instantáneo y recordó que, en la cultura pop, el silencio estratégico puede gritar más fuerte que mil notas de prensa.