Un hombre de 31 años, oriundo de Chihuahua, México, falleció tras verse afectado por una complicada conjunción de sarampión y diabetes. No se había vacunado contra la enfermedad, y la falta de control de su condición crónica agravó la infección. Esta tragedia surge en momentos en que las autoridades de salud mexicanas promueven la primera Semana Nacional de Vacunación 2025, programada del 26 de abril al 3 de mayo, con el fin de frenar la propagación de diversos padecimientos prevenibles.
Tal como informa EFE, se han contabilizado 126 casos de sarampión este año en México. Este escenario coincide con un repunte de casos en Estados Unidos y con la desconfianza que generan ciertos movimientos antivacunas alrededor del mundo. Expertos en salud pública resaltan que la vacunación no solo protege a quien recibe la dosis, sino que también contribuye al bienestar colectivo, evitando la circulación masiva de virus que podrían desencadenar nuevas complicaciones.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que el sarampión es altamente contagioso y puede ser mortal cuando se combina con otros males crónicos. De acuerdo con cifras recientes, la enfermedad sigue registrando brotes en diversas regiones, especialmente en contextos donde disminuye la cobertura de vacunación. Esta situación impulsa a los gobiernos a fortalecer campañas informativas y a promover la accesibilidad a las vacunas para toda la población.
En la República Dominicana, las autoridades también han redoblado sus esfuerzos para que ningún ciudadano quede rezagado en sus esquemas de inmunización. Se han reforzado las acciones puerta a puerta y los centros comunitarios de salud destacan la importancia de mantenerse al día con las vacunas, muy especialmente para las enfermedades con alta tasa de contagio.
Especialistas consultados señalan que el caso reportado en México no es un simple suceso aislado. Refleja la vulnerabilidad de quienes, por diversos motivos, no acceden a una adecuada protección inmunológica. Sumado a factores como la diabetes y otras condiciones preexistentes, la falta de vacunas puede representar un riesgo extremo.
Distintos organismos internacionales coinciden en que reforzar el conocimiento popular sobre las ventajas de vacunarse es clave para cortar la cadena de transmisión de enfermedades. Agregan que los datos clínicos y estadísticas confiables son herramientas esenciales al momento de desmentir mitos que circulan en redes sociales o en voces que promueven información imprecisa. De ahí la urgencia de combinar la experiencia médica con una comunicación efectiva y cercana, sin olvidar la solidaridad que une a los pueblos a la hora de enfrentar amenazas sanitarias comunes.