La reforma del seguro obligatorio de vehículos, oficializada con la Resolución 05-2025, cambia radicalmente el mapa de la responsabilidad civil en las carreteras dominicanas. Después de dos décadas con topes que se habían quedado cortos, los montos mínimos de cobertura suben a entre RD$ 1 millón y RD$ 2 millones por siniestro, dependiendo del tipo de vehículo, y las primas se ajustan en la misma proporción.
Según la Superintendencia de Seguros, la actualización no solo responde a la inflación acumulada desde 2002, sino también al repunte de los costos médicos y de reparación. Un automóvil privado de hasta cuatro cilindros, por ejemplo, pasa de cubrir RD$ 200 mil a RD$ 1 millón, mientras que su prima mínima salta de RD$ 1,175 a RD$ 2,750. En los autobuses de servicio público la brecha es aún mayor el límite sube a RD$ 2 millones y la prima base ronda los RD$ 17 mil.
Un salto que coloca a RD por encima de vecinos clave
Para poner la reforma en contexto, basta mirar la región. En Puerto Rico, el Seguro de Responsabilidad Obligatorio cubre daños a otro vehículo por apenas US$ 4,500 unos RD$ 265 mil al cambio de hoy sin contemplar lesiones personales. Aún más llamativo: en Perú, el SOAT 2025 ofrece hasta 5 UIT (S/ 26,750) por gastos médicos individuales, cifra que ronda los RD$ 45 mil, muy por debajo del nuevo piso dominicano.
Impacto económico y retos operativos
Con primas que prácticamente se duplican, las aseguradoras deberán afinar su cálculo actuarial para evitar desequilibrios. El regulador incluyó recargos escalonados según cilindrada, uso (privado, público o comercial) y transporte de mercancías peligrosas, un detalle que alinea los riesgos reales con el precio final. Sin embargo, el reto más grande será la fiscalización las cláusulas sancionadoras exigen que las compañías paguen sin dilaciones y actualicen sus pólizas antes del 31 de agosto de 2025.
¿Quién gana y quién paga?
Para los conductores, la subida de la prima luce inevitable, pero la relación costo-beneficio mejora de forma sustancial con los nuevos topes, la Superintendencia calcula que se cubrirá hasta el 95 % de los reclamos relevantes, frente a apenas el 60 % con el esquema anterior. Las víctimas de accidentes graves sobre todo peatones y motoristas serán las principales beneficiadas, pues ahora tendrán una vía más realista para costear cirugías, rehabilitación y compensaciones civiles.
La reforma coloca a República Dominicana en la vanguardia caribeña de protección vial, pero su éxito dependerá de dos factores el cumplimiento estricto por parte de las aseguradoras y la capacidad del Estado para fiscalizar los vehículos sin póliza vigente. Si ambos engranajes funcionan, el país dará un paso firme hacia carreteras más seguras y hacia un mercado de seguros más transparente, robusto y alineado con la realidad económica del 2025.