Un aire de luto marcó el cierre del feriado de Semana Santa en Honduras. Las autoridades contabilizaron 21 muertes 19 por ahogamiento y dos en accidentes viales, 260 heridos y 189 percances de tránsito, a pesar de los operativos de rescate y prevención desplegados en playas y carreteras de todo el país.
Según la agencia EFE, el balance final de la Comisión Nacional de Prevención en Movilizaciones Masivas (Conapremm) detalla que los socorristas salvaron in extremis a 124 personas en ríos, piscinas y balnearios; realizaron tres rescates marítimos, casi 2 000 atenciones hospitalarias y decomisaron 963 licencias a conductores infractores.
En los retenes carreteros, la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT) aplicó 12 883 pruebas de alcoholemia, de las cuales 436 resultaron positivas, y sacó de circulación 21 unidades del transporte público. El operativo culminó con la caravana “Retorno Seguro”, que escoltó a miles de vacacionistas de vuelta a la capital y a los principales corredores turísticos.
Menos víctimas que en 2024, pero lejos de la meta “cero”
La cifra de este año representa un descenso notable respecto a 2024, cuando los registros oficiales situaron en 81 las defunciones 60 de ellas por homicidios durante el mismo asueto.Funcionarios de Conapremm atribuyen la reducción a la mayor presencia policial y a campañas de sensibilización, pero reconocen que las muertes por sumersión siguen siendo la “piedra en el zapato”.
La Organización Mundial de la Salud ya advertía en su informe de finales de 2024 que los ahogamientos figuran entre las principales causas de muerte accidental en países de ingresos medios, y Honduras no escapa a esa estadística.
Un problema regional
Honduras no fue el único país centroamericano golpeado por la tragedia. En El Salvador, Protección Civil reportó 32 fallecidos 28 en accidentes de tránsito y cuatro por inmersión durante la misma festividad. Guatemala y Nicaragua también informaron de alzas en siniestros viales, aunque con menos víctimas fatales.
Lecciones pendientes
Expertos en gestión de riesgos señalan que el país avanza en materia de respuesta rápida, pero urge reforzar la prevención señalización de zonas peligrosas, capacitación en primeros auxilios acuáticos y controles de velocidad permanentes, no solo en temporada alta. Desde Conapremm admiten que preparan un plan piloto de brigadas juveniles de rescate en los municipios con más afluencia turística.
El cierre oficial deja sentimientos encontrados se celebran las vidas salvadas y la caída en el número de decesos respecto al año pasado, pero cada víctima evidencia que las campañas aún llegan tarde para demasiadas familias catrachas. Mientras tanto, las autoridades prometen revisar protocolos y ampliar la educación vial y acuática antes de que vuelvan las “vacaciones más esperadas y más peligrosas” del calendario hondureño.
