Shohei Ohtani volvió a prender la pizarra desde el primer pitcheo una recta de 96.5 mph que transformó en su 19.º bambinazo del año, segundo juego seguido que abre con cuadrangular y el batazo que lo instala, en solitario, como líder de las Grandes Ligas en ese renglón.
El estacazo salió disparado a 115 mph y viajó 378 pies hacia el right field del Progressive Field, suficiente para marcar el ritmo en la victoria 7-2 de Los Ángeles sobre Cleveland. Es la primera vez desde 2021 que un pelotero de los Dodgers conecta vuelacercas de arranque en días consecutivos.
Con el tablazo, Ohtani dejó atrás a los hasta entonces colíderes Aaron Judge y Kyle Schwarber, quienes amanecieron con 18 jonrones cada uno. Judge, además, batea un descomunal .398 de promedio, mientras Schwarber sigue hilando una racha de embasarse en 50 de 54 partidos.
Pero el show no termina con el bate. El domingo, el nipón enfrentó bateadores en vivo por primera vez desde la cirugía del ligamento colateral cubital en septiembre de 2023, soltando 22 envíos que incluyeron rectas de 97 mph, sinkers, sweepers y splitters. Dave Roberts confirmó que repetirá ese bullpen cada semana: “salió sintiéndose bien”, aseguró el capataz.
Ese calendario de rehabilitación viene como anillo al dedo a un cuerpo de abridores que, aunque ha mejorado, todavía muestra grietas la rotación angelina ostenta efectividad colectiva de 4.05, la décima mejor de la liga, por encima del promedio pero lejos de la élite.
Aun así, los Dodgers (33-21) siguen al comando del Oeste de la Nacional, dos juegos por delante de los Gigantes y 2.5 sobre los Padres. Con Ohtani liderando la ofensiva y afinando el brazo, la novena californiana refuerza su estatus de favorita para otra postemporada profunda.
El reto ahora es mantener la salud del fenómeno japonés y, de paso, sostener el ritmo jonronero en sus dos campañas de 40-plus cuadrangulares (2021 y 2023) Ohtani sumaba 15 y 17 vuelacercas, respectivamente, a esta misma altura. Si la tendencia se mantiene, podríamos estar ante su temporada más potente hasta la fecha y, quién sabe, ante la primera zafra de un jugador que encabece las Mayores en vuelacercas mientras regresa a la lomita como abridor de impacto. Una proeza digna del béisbol de cómic que, por ahora, Ohtani parece escribir a batazo limpio semana tras semana.