Los Rays no pudieron despedirse de mejor manera de su afición en el George M. Steinbrenner Field blanquearon 5-0 a los Twins, gracias a seis entradas de seda del derecho Drew Rasmussen y a un bambinazo de dos carreras del dominicano Junior Caminero. El triunfo completó una estadía de nueve juegos con saldo de 7-2, la mejor del club desde 2018, y devolvió a Tampa Bay a territorio positivo (28-27), lo que les vale el segundo puesto del Este de la Liga Americana.
La racha no solo se mide en victorias; se nota en la forma. Rasmussen hiló su tercera apertura al hilo de seis ceros es apenas el quinto lanzador en la historia del equipo con esa seguidilla y dejó a Minnesota en un hit y un boleto, ponchando a cinco. El cuerpo abridor acumula ocho salidas permitiendo dos carreras o menos, mientras el pitcheo completo lleva seis juegos limitando al rival a tres rayitas o menos, un techo defensivo que no se veía este año.
La ofensiva, por su parte, está caliente como el sol de mayo en el Caribe. Brandon Lowe pegó su 11.º cuadrangular y lleva 11 partidos consecutivos dando de hit, mientras que Caminero despachó el décimo de su año de novato seis extrabases en los últimos seis choques reafirmando su peso en la alineación a sus 21 años. En la última semana, los Rays superan 13-6 a sus oponentes en jonrones y suman 21 vuelacercas en apenas 15 juegos, una señal de que el poder llegó para quedarse.
El dinamismo también se siente en las bases. Con el doble robo de Chandler Simpson y Kameron Misner, Tampa Bay alcanzó 28 estafas en los últimos 13 compromisos y lidera todo MLB con 76. “Tenemos atletismo y, encima, un toque de poder que ayuda bastante”, comentó Rasmussen al terminar la faena, reflejando la mezcla de velocidad y slugging que define al club.
Erik Neander, presidente de operaciones de béisbol, lo resumió con pragmatismo “Sabíamos que este grupo podía agarrar velocidad, y lo demostró durante la semana”. El directivo ve el cierre del “primer trimestre” como un termómetro antes de la ventana de cambios el equipo ha dejado atrás el arranque titubeante (llegó a estar 1-11 en casa) y ahora proyecta la confianza de un contendiente que ajustó a tiempo.
Para Caminero, oriundo de Santo Domingo, la historia también es personal. Llegó al campamento etiquetado como uno de los prospectos más electrizantes del béisbol y, en apenas dos meses, se ha metido de lleno en la conversación de Novato del Año gracias a su combinación de contacto duro y madurez en el plato. Con diez jonrones y un OPS sobre .800, se ha convertido en la chispa que complementa el poder veterano de Lowe y el bate oportuno de Jonathan Aranda.
La pregunta que queda en el aire es si los Rays podrán mantener el ritmo cuando salgan de Florida. Por lo pronto, el equipo viaja con una rotación en pleno estado de gracia y un lineup que ha encontrado identidad paciencia, velocidad y batazos de largometraje. Si esa fórmula se sostiene, el segundo tercio de la temporada podría confirmar el presentimiento de Neander: que este grupo está listo para “ripiar” victorias y pelear sin complejos en un Este de la Americana que luce más apretado que nunca.