El municipio de Los Alcarrizos está de luto. La tarde del lunes 12 de mayo, el dirigente del Partido Revolucionario Moderno (PRM) Juan Ernesto Santiago, de 31 años, perdió la vida al lanzarse a rescatar a un muchacho apodado “Caracola”, arrastrado por la corriente del río Palavé. Las brigadas de la Defensa Civil hallaron sin vida al político horas después; el joven aún sigue desaparecido.
Tal como informó El Nuevo Diario, Santiago era hijo del reconocido activista comunitario Juan Santiago y era visto como una figura en ascenso dentro del PRM. Testigos relatan que, tras el grito de auxilio de la esposa de “Caracola”, el dirigente no dudó en tirarse al agua. La corriente, crecida por las lluvias de los últimos días, terminó llevándose a ambos.
Una muerte que refleja un problema mayor
Los ahogamientos no son hechos aislados en el país. La Oficina Nacional de Estadística (ONE) contabilizó 350 fallecidos por inmersión en 2023, el registro más alto de los últimos tres años y parte de una media anual que ronda las 316 muertes desde 2007. La tendencia preocupa a socorristas, que señalan la falta de señalización y de puntos de vigilancia en balnearios ribereños.
Riesgos latentes en Palavé
El Palavé, afluente del Río Haina, arrastra problemas de contaminación y sedimentación que aumentan la velocidad y la imprevisibilidad de su caudal. Un estudio académico sobre la cuenca del Haina colocó a Palavé entre los puntos con mayores niveles de coliformes y materia orgánica, factores que reducen la visibilidad en el agua y complican los rescates.
Acciones de búsqueda y prevención
Voluntarios del sector, buzos de la Armada y personal de la Defensa Civil continúan hoy martes rastreando el cauce desde el puente de la autopista Duarte hasta la desembocadura. Las autoridades evalúan, además, declarar el área “balneario no apto” hasta instalar boyas de seguridad y letreros preventivos.
Aunque cada Semana Santa el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) publica listas de playas y ríos clausurados, Palavé nunca ha figurado entre ellos, pese a los reclamos de los munícipes. Para especialistas en gestión de riesgos, la muerte de Santiago obliga a replantear los criterios con que se designan zonas seguras y a reforzar la educación comunitaria sobre corrientes de retorno y primeros auxilios.
El legado de un gesto solidario
En casa de los Santiago, compañeros de partido ofrecen el pésame mientras vecinos recuerdan al joven dirigente por su “capacidad de resolver sin bulla”. Ese mismo impulso lo llevó a saltar al río, dejando un ejemplo de valentía que hoy conmueve al barrio entero.
La comunidad espera que el sacrificio de Juan Ernesto sirva de punto de inflexión un recordatorio de que los espacios recreativos también necesitan políticas públicas claras y recursos para prevenir tragedias repetidas año tras año.