Un ambiente de fiesta y orgullo filipino se transformó en luto en cuestión de segundos cuando, la noche del sábado, un conductor arrolló a decenas de asistentes al festival Lapu Lapu, en Vancouver, Canadá. Once personas la menor de apenas cinco años murieron y más de veinte resultaron heridas, algunas en estado crítico, según datos preliminares de la policía local.
Según la agencia EFE, el sospechoso fue identificado como Kai-Ji Adam Lo, de 30 años, residente de la propia ciudad. Lo quedó arrestado en el mismo lugar de los hechos y enfrenta, por ahora, ocho cargos de asesinato en segundo grado; la Fiscalía adelantó que el expediente crecerá a medida que evolucione la condición de las víctimas.
Antecedentes y descartes
De acuerdo con el jefe policial interino, Steve Rai, el detenido tenía récord de incidentes previos con las autoridades y con servicios de salud mental. Aun así, las primeras indagatorias descartan motivaciones terroristas o extremistas. La preocupación se centra en el alcance de las heridas “El número de fallecidos podría aumentar en los próximos días”, advirtió Rai.
Un golpe que sacude la campaña electoral
La matanza ocurre a solo 48 horas de las elecciones generales canadienses de este lunes, obligando al primer ministro y candidato a la reelección, Mark Carney, a suspender actos proselitistas para visitar un altar improvisado en el centro de la ciudad y garantizar apoyo a las familias afectadas.
Un oscuro déjà vu
La sangre derramada en Vancouver revive memorias del ataque con furgoneta perpetrado en Toronto en 2018, donde también murieron 11 personas y 15 quedaron heridas. Ambos hechos ya figuran como los episodios de atropello masivo más letales en la historia de Canadá.Aunque las motivaciones difieren en Toronto se habló de ideología misógina, la comparación reabre el debate sobre seguridad en eventos multitudinarios y la urgencia de reforzar la atención psiquiátrica antes de que una crisis individual escale a tragedia colectiva.
Clamor de la comunidad filipina
El festival Lapu Lapu homenajea al héroe nacional que resistió la colonización española en el siglo XVI. Para la diáspora filipina en la Columbia Británica una de las más numerosas del país, la cita es un recordatorio de identidad y resiliencia. Ahora, los organizadores coordinan vigilias y asistencia psicológica. El presidente Ferdinand Marcos Jr. instruyó al consulado a brindar “todo el respaldo necesario” a los deudos.
¿Y ahora qué?
Expertos en seguridad señalan que Canadá carece de un protocolo federal unificado para mitigar ataques con vehículos, más allá de barreras temporales en eventos puntuales. Organizaciones de salud mental, por su parte, subrayan la brecha que existe entre diagnósticos tempranos y tratamientos efectivos, especialmente para adultos jóvenes. Legisladores de distintas bancadas ya sugieren audiencias parlamentarias extraordinarias para discutir reformas que combinen prevención, infraestructura urbana segura y servicios de salud accesibles.
Voces que exigen acción
“No basta con llorar a nuestras víctimas; debemos impedir que esto se repita”, reclamó Kenneth Sim, alcalde de Vancouver, mientras voluntarios encendían velas frente al ayuntamiento.AP News
Por lo pronto, la zona del atropello continúa acordonada mientras peritos revisan cámaras de seguridad y reconstruyen la ruta exacta del vehículo. Los resultados preliminares del análisis toxicológico al conductor se conocerán en las próximas 48 horas, paso clave para determinar si el estado mental o alguna sustancia influyó en la acción mortal.
Un llamado a la solidaridad
En voz baja y con lágrimas, familiares depositan flores donde horas antes sonaba música y retumbaban bailes tradicionales. Vancouver, una urbe conocida por su pluralidad y aparente tranquilidad, afronta ahora el reto de sanar sus heridas y garantizar que la fiesta, emblema de integración cultural, vuelva a celebrarse sin miedo. Mientras tanto, los hospitales luchan por salvar a los heridos y la justicia avanza para que el dolor no quede impune.
