República Dominicana inauguró el 2025 con una arrancada de lujo: entre enero y marzo llegaron 3 millones 348 mil 716 visitantes, la cifra más alta que haya registrado el país en un primer trimestre.
Según el portal especializado Arecoa, ese volumen supone un crecimiento de 4 % frente al mismo período de 2024 y de 16 % frente a 2023. Aunque el flujo aéreo se retrajo un leve 0.6 %, con 2 millones 320 mil 725 pasajeros, la contracción se explica por factores estacionales —año bisiesto y la Semana Santa que en 2024 cayó en marzo— que alteraron la base comparativa.
Donde sí se sintió el empuje fue en los puertos: llegaron 1 millón 27 mil 991 cruceristas, un salto de 15 % interanual y de 27 % respecto a 2023, más que duplicando los niveles prepandémicos ( +167 % versus 2019). Este auge coloca al país entre los destinos caribeños con recuperación más acelerada del segmento marítimo.
La hotelería también celebró. La ocupación promedió 81 % en el trimestre, con Punta Cana–Bávaro liderando (89 %) y La Romana pisándole los talones (85 %). Esta demanda se traduce en caja: los primeros dos meses de 2025 dejaron un gasto estimado de US$3 621 millones, 4.5 % más que en igual lapso de 2024, según la firma Tourism Analytics.
El buen ritmo local coincide con la lectura global que hace UN Tourism: el organismo proyecta que las llegadas internacionales crecerán entre 3 % y 5 % este año, consolidando la recuperación pos‑pandemia. UNWTO Con un inicio tan potente, el país se coloca por delante de esa media y refuerza la meta oficial de superar los 11 millones de visitantes en 2025.
Más allá de los números, el reto será mantener infraestructura y servicios a la altura de la demanda mientras se protege el entorno natural que atrae a los viajeros. Si el Ministerio de Turismo logra ese equilibrio, la locomotora turística seguirá tirando de la economía con la misma fuerza con que arrancó este nuevo año.