SANTIAGO, RD. La madrugada de este lunes 30 de junio amaneció de luto el boxeador Walberson Meléndez, de 29 años y miembro activo de la selección nacional, falleció tras ser arrollado por un motorista que realizaba la peligrosa maniobra de “calibrar” justo frente a su casa, en el sector Los Salados. El impacto dejó también herido a un menor de 11 años que lo acompañaba, quien permanece ingresado en un centro de salud local.
Meléndez era una de las promesas más sólidas del pugilismo dominicano: ostentaba marca profesional de 15-0, con 14 nocauts, y figuraba décimo en el ranking continental de los superpluma, según la base de datos BoxRec. El próximo domingo viajaría a Estados Unidos para disputar un torneo clasificatorio, oportunidad que sus entrenadores describían como “el trampolín” a campeonatos mayores.
Un accidente que enciende la ira y el duelo
Testigos relatan que el motorista perdió el control mientras levantaba la rueda delantera (“calibrando”), práctica común pero ilegal en las calles santiagueras. Tras el choque, el conductor huyó. Vecinos y familiares exigen a las autoridades su captura y señalan que existe un patrón de impunidad frente a estas maniobras temerarias.
“Walberson dedicó su vida al deporte y soñaba con llevar la bandera al ring de unos Juegos Olímpicos; no puede quedar así”, reclamó entre sollozos su padre, Jorge Meléndez, durante el velatorio en la vivienda familiar. La Federación Dominicana de Boxeo, por su parte, expresó “profundo pesar” y urgió al Ministerio Público a instrumentar el caso con rapidez.
Radiografía de un problema nacional
El drama personal de Meléndez se suma a la crisis de seguridad vial que azota al país. Datos del Observatorio de Seguridad Vial indican que el 73 % de las muertes por accidentes de tránsito en 2024 involucraron motociclistas; la mayoría carecía de casco y protagonizaba maniobras imprudentes. En lo que va de 2025, más de 3 000 dominicanos han perdido la vida en choques, y siete de cada diez iban sobre dos ruedas.
Ante esta realidad, el Gobierno lanzó en mayo el Pacto Nacional por la Seguridad Vial, con metas de reducir las muertes un 15 % anual hasta 2030. El plan endurece las sanciones, implementa un sistema de puntos en licencias y refuerza las campañas de educación. Sin embargo, expertos advierten que sin fiscalización en las calles especialmente contra quienes “calibran” los resultados serán limitados.
Reclamo de justicia y soluciones duraderas
El caso Meléndez reaviva la discusión sobre la necesidad de controles más estrictos: radares urbanos, cámaras lectoras de placas y patrullas motorizadas con equipos para grabar evidencia. Organizaciones civiles proponen además programas de cambio cultural en barrios donde calibrar se ha convertido en rito de iniciación juvenil.
Mientras tanto, la familia del púgil prepara su sepelio y clama porque la ley caiga “con todo el peso” sobre el responsable. El Ministerio Público, consultado, confirmó la apertura de una investigación y la revisión de cámaras de seguridad de la zona.
Un legado que trasciende el ring
Walberson Meléndez no solo deja un récord invicto; deja también un llamado urgente a repensar la convivencia en las vías. Su historia revela cómo el talento y el esfuerzo pueden truncarse en segundos por la imprudencia ajena y la falta de vigilancia efectiva.
En un país donde el motor representa sustento para millones pero también la principal causa de muerte en carretera, la tragedia invita a pasar del lamento a la acción hacer de cada esquina un ring seguro para la vida cotidiana de los dominicanos.