Los Golden State Warriors arrancaron la semifinal del Oeste rompiendo los pronósticos y el silencio del Target Center triunfo 99-88, defensa de dientes apretados y un Steph Curry que apenas pudo jugar 13 minutos antes de llevárselo el diablo con un tirón en la corva. Buddy Hield (24 puntos) se calentó temprano, Draymond Green revolvió el avispero con triples y Jimmy Butler comandó la tropa como si llegara de otro tiempo. Resultado: ventaja 1-0 y el público de Minnesota mudo en su propia casa.
Según CDN, la clave fue la química instantánea Kerr alternó zona y hombre, rotó a doce jugadores y mantuvo la intensidad que les dio el boleto en Houston. Ese enfoque, dicen en la Bahía, es la receta para sobrevivir mientras dure la preocupación por el “30”.
Pero la novela no se detiene ahí. Un examen de imágenes reveló un esguince de grado 1 en el tendón de la corva izquierda de Curry; el dos veces MVP estará fuera “al menos una semana”, lo que lo descarta para los Juegos 2, 3 y 4 y pone en suspenso su regreso para el quinto duelo, otra vez en Minneapolis.
El golpe llega en un contexto histórico por primera vez en la era moderna, los cuatro visitantes ganaron sus respectivos arranques de segunda ronda. Indiana, Nueva York y Denver también saquearon canchas ajenas y dejaron el casillero de victorias locales en blanco (0-4). El dato alimenta la narrativa de unos playoffs menos previsibles y obliga a Minnesota a reaccionar mañana mismo si no quiere un agujero mortal.
Los Timberwolves, sin embargo, cavaron su propia fosa: arrancaron 0-15 desde la línea de tres y cerraron con 5 de 29. Anthony Edwards se fue 1-de-7 al descanso, y aunque maquilló la hoja hasta 23 puntos y 14 rebotes, los de Chris Finch nunca encontraron ritmo en transición ni respuestas para la zona mixta de Golden State.
Del lado californiano, Butler firmó 20-11-8 y dio una clase de lectura de juego, mientras Green (18 puntos) recordó sus mejores días lanzando sin pensarlo. Detrás, la segunda unidad aportó oxígeno Gary Payton II asumió la titularidad en la segunda mitad y Kevon Looney blindó la pintura cuando Minnesota amagó con acercarse a diez.
El próximo choque es este jueves 8 de mayo. Sin Curry, Kerr dependerá de la defensa la mejor de la liga desde que Butler llegó, según los números avanzados y de que Hield mantenga la mano viva. Para los Wolves, la prioridad es simple: mover el balón, castigar la zona antes de que se cierre y encender a Edwards temprano. Si no, el factor cancha puede evaporarse definitivamente.
En un Oeste donde el sembrado 7 sueña y el rumbo de la serie pende de un tendón, el Juego 2 promete morbo ¿aguantará la muralla de Golden State sin su francotirador? ¿O reaccionará Minnesota para devolver la balanza a la lógica? Lo único seguro es que, con la paridad de estos playoffs, nadie puede darse el lujo de pestañear.
