Una tranquila tarde en la avenida Audubon terminó en susto cuando una señora de unos 60 años fue sorprendida por un ladrón que le arrebató el celular y salió corriendo frente a un supermercado del barrio. La escena, captada por las cámaras de seguridad, muestra a la víctima con varias bolsas y los audífonos puestos; al percatarse del atraco intenta perseguir al agresor, pero este le lleva ventaja y desaparece entre el flujo de peatones.
Según las últimas cifras del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD), la ciudad cerró el primer trimestre de 2025 con descensos históricos: los robos bajaron 22,8 %, los hurtos mayores 13,7 % y los allanamientos 4,4 %. Además, se registraron los niveles más bajos de tiroteos desde que hay registros y el segundo menor número de homicidios en un inicio de año, datos que la comisionada Jessica S. Tisch califica de “hito” en la lucha contra la delincuencia.
La paradoja es que, a pesar de la tendencia a la baja, los celulares siguen en la mira históricamente, más del 40 % de los robos en la ciudad involucran teléfonos inteligentes, un botín fácil de revender y difícil de rastrear si el usuario descuida las medidas de bloqueo y borrado remoto.
“Uno baja la guardia porque siente que el barrio está más tranquilo, pero la realidad es que seguimos expuestos”, comenta Don Ramón, dueño de un colmado cercano que ha visto varios arrebatos similares en el último año. Frente a esa percepción, la policía insiste en recomendaciones simples mantener el celular fuera de la vista al caminar, usar audífonos inalámbricos para no exhibir el dispositivo y activar tanto el bloqueo biométrico como la localización remota.
El Ayuntamiento, por su parte, amplió este mes la red de cámaras públicas e instaló postes inteligentes que envían alertas instantáneas a la central de despacho cuando detectan comportamientos sospechosos. Estas herramientas, combinadas con patrullaje focalizado en los “puntos calientes”, explican en parte la caída de los delitos de alto impacto; sin embargo, los residentes de Washington Heights piden mayor presencia policial a pie y programas comunitarios que trabajen con jóvenes en riesgo.
En lo inmediato, el caso de la señora asaltada sirve de recordatorio la estadística puede ir a la baja, pero la prevención individual sigue siendo clave. Tener el móvil asegurado, reportarlo de inmediato ante el NYPD y verificar regularmente que el IMEI no figure en listas negras son pasos sencillos que evitan que un simple paseo por la avenida termine en un trago amargo.