INDUSTRIA Y DISTRIBUCIÓN ALIMENTARIA, ENTRE LOS SECTORES QUE MEJOR AFRONTARÁN LA CRISIS

El turismo, el comercio al por menor no alimentario, la automoción y sus componentes, el negocio textil y de confección, los bienes de consumo duradero y las actividades de ocio y culturales serán los principales sectores sobre los que la crisis generada por la COVID-19 tendrá un fuerte impacto negativo a corto plazo.

Al menos esta es la principal conclusión que se extrae del informe elaborado por el equipo de análisis del Observatorio Sectorial DBK de INFORMA (filial de CESCE), sobre el impacto que tendrá el coronavirus en la economía española, un informe que ha analizado más de quinientas actividades clasificadas en CNAE (Clasificación Nacional de Actividades Económicas), agrupadas en treinta y un sectores y segmentadas en tres grupos, según el impacto que están sufriendo: fuerte, significativo y moderado, todo ello dentro de “la elevada incertidumbre respecto a la evolución futura de la crisis y, por tanto, la gran dificultad para realizar previsiones en el contexto actual hacen que las conclusiones del informe deban ser consideradas con cautela”, según explica Juan Ortín, director del Observatorio Sectorial DBK.

Los sectores económicos ante la crisis

IMPACTO FUERTE

Siempre según este informe, la cancelación de la demanda, la caída en las reservas de hoteles, la cancelación de viajes, el parón de las aerolíneas y la suspensión de la Semana Santa son factores que han dejado especialmente penalizadas las actividades ligadas al turismo, que representa más del 12% del PIB español. El cierre de establecimientos, el deterioro de la coyuntura económica y el aumento del paro agravarán los efectos negativos sobre los proveedores del comercio al por menor no alimentario y lo mismo ocurrirá con los bienes de consumo duradero como muebles, electrodomésticos, electrónica, textil o calzado.

El automóvil también registrará tendencia descendente en sus ventas y acusará el déficit de materias primas exteriores y la parada temporal de las plantas productivas. Las ventas ya se desplomaron un 8 % durante los meses anteriores al Estado de Alarma, por lo que la tendencia a la baja será más acusada.

IMPACTO SIGNIFICATIVO Y MODERADO

Otros sectores también registrarán un impacto significativo, aunque menor que los anteriores. Es el caso de la construcción y materiales, actividades inmobiliarias, servicios a empresas, finanzas, seguros, energía, transportes, química industrial, metalurgia y productos metálicos, productos eléctricos y electrónicos, maquinaria y equipos, edición y medios, educación, bebidas, industrias extractivas, otros sectores manufactureros y mayoristas. El sector de la construcción merece especial mención porque a principios de 2020 ya mostró signos de debilitamiento de la actividad, con descensos, por ejemplo, en el consumo de cemento y en las transacciones de viviendas, tendencias que se agudizarán en el segundo trimestre del año. En este grupo también están el sector financiero, que se enfrentará a un aumento de las tasas de morosidad, y el de la energía, que acusará el efecto del desplome de los precios del petróleo.

Sólo la industria y distribución de productos alimentarios y tabaco, farmacia-salud, agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, telecomunicaciones, servicios urbanos y gestión de residuos, envases, actividades de alquiler, otros productos de consumo y comercio electrónico registrarán un impacto moderado. Este último, el comercio online, impulsará al sector de los envases de cartón por el aumento en la demanda de pedidos a domicilio. Farmacia-salud y telecomunicaciones amortiguarán sus efectos negativos por el consumo creciente de productos sanitarios y por el aumento del tráfico de datos derivado de las medidas de confinamiento y del teletrabajo.

 

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